Soy una vieja zapatilla de talla 36. Por lo menos, debo de tener 50 años y aún así, sigo metida debajo del sofá llena de polvo. Aún recuerdo cuando era joven. Hacía tantas travesuras.
Pero claro, lo que pasó és que á mi dueña le creció el pié y se olvidó de mí. En aquella época, mi dueña, debería de tener 9 años. Poco a poco le fué creciendo el pié, y yo me iba destiñendo.
Un día me tiró al suelo y se fué a comprar otras zapatillas de marca llamadas "Bio Relax".
Desde que se compró sus super zapatillas no la volví a ver y supongo que habrá hecho lo mismo con las otras zapatillas.
De repente, ví que algo me agarraba. Me habían descubierto, que bien. Recapacito, ahora mismo estoy en un cubo de basura. Se hizo de noche y me dormí.
No me tenía que haber dormido porque he despertado en un basurero. He recorrido unos metros para ver el territorio y han aparecido más zapatillas. Lo peor de todo fué, encontrar una zapatillas, una igual que yo del pié derecho, era mi pareja. Yo ya no era única en mi "especie".
Poco a poco, me fuí acostumbrando a ese lugar. No era tan malo como estar debajo de un sofá toda aburrida y llena de polvo durante 50 años.
Tania Barreiro Otero
1 comentario:
Espero que os guste mi redacción, porque me ha costado mucho hacerla y ahora puedo disfrutar el esfuerzo.
Estoy muy contenta de tener este blogger y sobre todo a unos compañeros como vosotros.
Tambien me han gustado mucho vuestros trabajos.
Nos vemos en el cole.
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