A mí me hicieron con buenos materiales, en una tienda en la que todas las personas compraban zapatillas, para regalo o para que se le los queden ellos mismos.
Un día, me eligieron, y me compraron, era para regalárselo a alguien, seguro que a su hijo o hija, porque era Navidad y la talla era pequeña.Me llevó hasta su casa y me dejaron en el árbol toda la noche.
Al día siguiente abrieron los regalos, yo era el primer regalo en ser abierto.
Pasaba el tiempo y el niño se hacía mayor, me tenían guardado en un lugar oscuro. Pasó una semana y los padres se dieron cuenta que su hijo ya había crecido un poco, me agarraron y me tiraron a la basura. Allí me encontré con otra zapatilla y nos hicimos amigos. Hablábamos de cosas sin importancia, de cosas como nuestro pasado con nuestro dueño, en mi caso, un niño.
Por la noche pasó el camión de la basura y nos trasladó hasta un basurero grande.
Yo estaba muy sucio y descocido por algunas partes, yo ya era una zapatilla vieja.
Me quede allí durante el resto de mi vida con él, con mi amigo, y nos descosimos juntos.
Fernando Montoya
1 comentario:
Enorabuena por la redacción de la zapatilla Fernando.
Estoy deseando que pongas más, me gustaría leerlos.
Suerte.
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